1. EXHIBICIONISMO SELECTIVO
El primero es que hay un exceso de exhibicionismo ‘selectivo’ en el que mostramos sólo una cara de nuestra vida: la atractiva, la llena de éxitos y alegrías, dejando a un lado los despidos en el trabajo, las rupturas amorosas, los suspensos los exámenes. Sólo mostramos en las redes sociales la cara exitosa de nuestras vidas y dejamos a un lado todo aquello que nos pueda hacer sentir vulnerables o inferiores a los demás.
Acerca de este asunto, encontramos este cortometraje que muestra con toda su crudeza la espiral del postureo en las redes sociales y la casi obligatoriedad de compartir en ellas sólo los aspectos exitosos de nuestra vida para lograr la aceptación social.
2. EXCESO DE VANIDAD
Junto al postureo y casi de la mano, encontramos como aspecto negativo el exceso de vanidad que se transmite vía redes sociales. Ya lo comentamos cuando analizamos el caso concreto de Twitter, pero es algo que tienen en común muchas redes sociales: desde las exageraciones de currículum y experiencia profesional en LinkedIn de muchos, hasta cierto tipo de fotos en Instagram, pasando por los retuits que hacemos a los piropos que nos hacen los demás; parece que la vanidad es uno de los motores más potentes de las redes sociales.
3. FRAGILIDAD DE NUESTRA PRIVACIDAD
A causa precisamente del punto anterior y sin apenas darnos cuenta compartimos información íntima o muy personal con miles de extraños. Borrar esta huella digital no es nada fácil y ahí quedan para la posteridad imágenes y comentarios que pueden hacer que perdamos un trabajo o que, directamente, no accedamos a un empleo. No sería la primera vez que alguien pierde su puesto por un comentario fuera de tono en las redes sociales.
Ésta es otra desventaja: la falta de privacidad y la exposición constante a terceros de nuestra vida personal.
4. RUMORES SIN CONTRASTAR
Y si veíamos con ventaja la inmediatez de la información, la otra cara de la moneda es la velocidad con la que se extienden de un muro a otro los rumores que no son verdad, los falsos mitos, las leyendas urbanas, las historias directamente inventadas y, cada vez más, las fotos retocadas y manipuladas.
En los Social Media se propaga este tipo de pseudo-información con la velocidad de un virus y esto es sin duda otro de los aspectos negativos de las redes sociales.
5. ERRORES QUE PUEDEN SALIR CAROS
Por último, lo malo de las redes sociales es que son un altavoz de nuestras opiniones (y eso no siempre es bueno). Antes, si decíamos algo inexacto o equivocado no pasaba nada; ahora el meter la pata en redes sociales deja rastro y, en algunos casos han sido sonados ridículos nacionales por llevarse a cabo por personajes públicos. Si se hubiera pensado antes el mensaje a compartir, se hubiera evitado alguna dimisión que otra…
Las redes sociales como cualquier otra cosa no son buenas o malas creo que eso depende del uso que cada persona le da. El verdadero problema es la falta de información ya que solo las utilizan para conversar, publicar fotos o ver videos nada educativos; sin embargo el hecho de contar con estas redes nos permite acceder fácilmente a cualquier tipo de contenidos y debemos aprovecharlo.
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